VENEZUELA: Dudamel, promotor global de El Sistema

El director celebra los resultados de su labor en la orquesta de Los Ángeles. Asesores internacionales avalan el éxito a una experiencia divertida.Gustavo Dudamel permanece de pie cerca de una orquesta de adolescentes que ensayan laboriosamente la "Danza húngara no. 5" de Brahms.El músico y director de orquesta venezolano escucha no sólo con los oídos, también con los dedos, los cuales parecen incontrolables mientras marca en el aire como si dirigiera la pieza. Al final, sube al podio del director y con una sonrisa muestra a sus alumnos embelezados que la pasión es la diferencia entre tocar y ejecutar música."Suéltense, como si fuera música pop", dijo el director de la Filarmónica de Los Ángeles, quien hace como si tocara con gran énfasis un violín ante la risa de los chicos. "Ya lo sé, siempre soy un dolor de cabeza para todas las orquestas".Con Dudamel al frente, Los Ángeles ha surgido como el escenario insignia de la versión de El Sistema (fundado por el maestro José Antonio Abreu) en Estados Unidos −El Sistema USA− el cual apenas en cuatro años ha crecido y abarcado más de 50 ciudades.Bajo la égida de la Filarmónica de Los Ángeles, la ciudad adoptó con mayor énfasis la iniciativa, basada en la venezolana, con la inscripción de unos 500 niños, en su mayoría de minorías étnicas, en dos vecindarios donde la música posiblemente significa más hip hop que Hayden.El Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela fue creado hace 36 años, pero apenas en los últimos cuatro dio inicio su propagación internacional con el ascenso de Dudamel a la escena global.Desde entonces, se han emprendido programas al estilo de El Sistema en diversos países, desde Australia hasta Gran Bretaña, debido a que como movimiento agitaron la conciencia social del mundo clásico petulante y dieron nuevo impulso a un genero musical que muchos consideran elitista."(El sistema) como que nos ha dado a todos nueva esperanza de que la música clásica puede tener de nuevo relevancia y vitalidad", dijo Tricia Turnstall, autora del próximo libro que la casa editorial W.W. Norton sacará al mercado en enero: "Changing Lives: Gustavo Dudamel, El Sistema and the Transformative Power of Music" (Gustavo Dudamel, El Sistema y el poder transformador de la Música).El secreto de la eficacia de El Sistema estriba en convertir la música en una experiencia divertida de la comunidad, dijo Eric Booth, asesor de El Sistema USA.Los alumnos estudian música en un sistema de grupos con un programa de práctica intensiva de cuatro a cinco días por semana, contrario al pensamiento casi predominante en occidente de que se impartan las lecciones individuales una vez a la semana.Unos cinco instructores recorren la orquesta juvenil y corrigen los errores que cada integrante comete cuando la agrupación aprende en conjunto una obra musical."Cada niño debe sentir que se le considera parte integral", dijo Booth. "El tiempo no se siente como si fuera trabajo. Para los chicos es agradable ensayar juntos. Esta sensación es tangible".El chelista Jacob Esquivel, de 13 años, considera que si toca en orquesta la música adquiere más sentido para él que si tomara lecciones individuales.El Sistema "puede desarrollar músicos individuales de virtuosidad enorme y al mismo tiempo impulsar la música entre todos los chicos", dijo Tunstall.En el programa de la Orquesta Juvenil de Los Ángeles, los niños de dos a 17 años pueden inscribirse para que reciban instrumentos gratis y lecciones intensivas. Los menores comienzan a tocar desde cuando tienen seis años. Tienen una lista de espera de 200 niños, es sufragado por la Filarmónica de Los Ángeles y varias organizaciones asociadas. El proyecto canaliza un presupuesto de un millón de dólares

 

Fuente: https://www.entornointeligente.com/articulo/1199365/VENEZUELA-Dudamel-promotor-global-de-El-Sistema

 

 

El objetivo de la literatura infantil es formar lectores críticos

 Por Michelle Roche Rodríguez 

 

Niños lectores


Los libros para niños son piezas cruciales en el aprendizaje de los pequeños y en el fortalecimiento del mercado editorial

 

La lectura de libros para niños constituye una de las primeras experiencias culturales de los individuos más jóvenes. Según los expertos, los libros infantiles son la base de la educación y de la socialización. Por esa razón es que las leyendas primigenias de los pueblos, las fábulas y los relatos que una vez fueron orales y se transmitieron de generación en generación, han sido llevadas al formato de libros para niños.

El objetivo de los programas de lectura de literatura infantil es crear lectores críticos. María Beatriz Medina, directora del Banco del Libro en Venezuela, dice que los lectores se hacen en la infancia, y por eso los promotores de la lectura deben aprender a encantar a los pequeños: "Para lo que no hay nada mejor que las historias".

Fantasía fundamental. Además de contribuir a largo plazo con la creación de personas racionales y capaces de sentir empatía por el otro, la literatura infantil cumple una función a corto y mediano plazo que es tan importante como la formación de pensamiento crítico: como los juegos, los libros diseñados para los más pequeños les permiten el desarrollo de fantasías, con lo que configuran su personalidad y asimilan conceptos de ética y estética. Según informes del Centro Regional para el Fomento de la Lectura y el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, como la imaginación está vinculada con la formación de pensamiento, la literatura infantil ayuda a los niños a comprender el mundo, a hacer abstracciones y a aprender a resolver problemas.

Cabe destacar que, en los encuentros del sector ­que en el último año suman casi una decena entre los realizados en México, Colombia, Chile, Argentina y Perú­, autores y analistas de literatura infantil señalan que el prurito con respecto al género ha disminuido y que ahora se le reconoce una importancia similar a la de la literatura para adultos.

Justamente por su relación con las fantasías, el escritor Víctor Montoya, educador y pedagogo nacido en 1958 en La Paz, señala que la lectura de literatura infantil es crucial en el desarrollo del niño. "La fantasía cumple una función imprescindible en nuestras vidas, no sólo porque sirve como válvula de escape a la realidad existencial, sino también porque es la fuerza impulsora que permite rectificar la realidad insatisfactoria y realizar los deseos inconclusos por medio de los sueños", indica en "El poder de la fantasía y la literatura infantil", documento que se cita frecuentemente en los encuentros sobre literatura infantil y juvenil.

Ana María Machado es una periodista brasileña escritora de libros para niños y miembro de la Academia Brasileña de las Letras ­con lo que se demuestra que los autores de libros infantiles son tan importantes como lo son quienes escriben libros para adultos­. En el encuentro El libro para niños y jóvenes: un mercado en crecimiento, celebrado como parte de la programación de la Feria del Libro de Guadalajara en 2008, habló de la necesidad de incorporar el arte y la literatura al proceso de desarrollo de los más pequeños, para lo que señaló que es muy importante la preparación docente: "Siendo lector, el profesor conseguirá elegir buenos textos para ofrecer a los alumnos sin ninguna dificultad".

Para Machado, la discusión de esos temas no debe articularse sobre si el niño lector será un lector adulto. Asegura que lo crucial es que es un derecho humano inalienable del infante tener acceso a la lectura: "El futuro de su lectura es consecuencia de lo que construye en el presente, y también de sus características personales.

Lo importante es que él tenga oportunidades para que ese futuro exista, si así lo desea algún día"..

 

 https://www.el-nacional.com/www/site/p_contenido.php?q=nodo/210623/Arte%20y%20Espect%C3%A1culos/El-objetivo-de-la-literatura-infantil-es-formar-lectores-cr%C3%ADticos-

 

 

 

 

Festival del cine Venezolano Mérida 2011 

El Festival del Cine Venezolano Mérida 2011 trae 11 títulos en competencia del mejor cine nacional y renueva su imagen, para disfrute de los cinéfilos que decidan ir a la cita desde el 05 hasta el 09 de junio. Con 40 películas en exhibición, la cantidad de cine se expande, se diversifica el contenido de los talleres y de las muestras durante el certamen, Solveig Hoogesteijin y José Ignacio Cabrujas serán homenajeados y se abre convocatoria para la imagen del Festival del Cine Venezolano. 

 

www.entornointeligente.com/articulo/1119695/Festival-del-cine-venzolano-Merida-2011

 

 

 

EL HOMBRE DE LA LUZ

 

 

 

 

 

La fascinación que Armando Reverón ha ejercido sobre el cine venezolano es sólo comparable con el apasionante trabajo analítico de los críticos Alfredo Boulton, primero, y Juan Carlos Palenzuela, después, quienes privilegiaron el genio del artista sobre su esquizofrenia. En el plano cinematográfico, Edgar Anzola en 1934, Roberto Lucca en 1945 y Margot Benacerraf en 1951 realizaron sendos documentales, todos en blanco y negro, sobre el pintor caraqueño que indagó en la luz del trópico para proponer su visión de un mundo fulgurante. Con el largometraje Reverón, surge la interpretación de Diego Rísquez sobre el viaje personal del arte a la demencia de un creador poco común, desde 1924 hasta 1954, año de su muerte, a través del amor y la pintura. No es el Reverón del Círculo de Bellas Artes ni el de su formación en Europa sino el que se encierra en su Castillete de Macuto para dedicarse exclusivamente a pintar, a imaginar, a elaborar objetos, a cumplir sus propios rituales, a tratar de escapar de los recuerdos de su madre y su represivo padre militar. Todo esto al lado de Juanita, su amor, su musa, su compañera. En este enfoque residen las grandes virtudes de una película que deviene en homenaje al arte, el amor y la vida a través de un artista singular e irrepetible.

Cabe recordar que en 1977 ya Rísquez había realizado su cortometraje A propósito de la luz del trópico, de marcado carácter experimental, sobre la concepción lumínica del pintor. ”La luz está en todo”, le confiesa Armando Reverón a Oscar Yanes en una escena capital. “La pintura es luz, la música es luz, la fotografía es luz, el cine es luz” revela el pintor ante el periodista. Ya entonces se encontraba en su peregrinaje a la locura, aunque el joven reportero de Últimas Noticias sentenciara que —en un país dominado por los locos— “en esta casa vive el único cuerdo”. Locura y cordura se convierte en el gran antagonismo dramático. Esta condición binaria atrapa la contradicción medular del artista y lo lleva a extremos que nadie pudo controlar.

Esa relación entre enajenación y sensatez domina el flujo de la película. Al principio el relato es contemplativo ante la labor del pintor, quien en un baile de tambores en la costa descubre a Juanita y se la lleva a Macuto. En su Castillete recibirá la visita de Nicolás Ferdinandov, el pintor ruso que quería zarpar en un barco con muchos artistas a bordo. Allí obtiene una radio, único vínculo con la realidad política externa en pleno gomecismo. Pero el giro de trama que da inicio verdadero al film es cuando Juanita exige una precisión afectiva a Reverón. De allí en adelante la narración adquiere una intensidad casi desmesurada, en la que la personalidad del pintor se impone sobre cualquier circunstancia. De hecho, Reverón y Juanita son los dos personajes principales, muy por encima de la aparición del fotógrafo y crítico Boulton, del poeta Vicente Gerbasi, de Luisa Phelps y de otros personajes secundarios. En casi la totalidad de los planos se hallan el artista y su mujer.

Esta omnipresencia conduce a un valor medular de Reverón: la actuación extraordinaria de Luigi Sciamanna, un magnífico hombre de teatro y cine que debutó en la pantalla en 1995 interpretando al Gran Mariscal de Ayacucho en Sucre, de Alidha Ávila, y luego ha protagonizado en el cine, de manera sobresaliente, a distintos personajes secundarios, hasta la oportunidad que le brindó Diego Rísquez de apropiarse de la vida y del arte de Armando Reverón. Su mirada, sus gestos, la entonación de su voz, su expresión corporal, todo, permite la construcción, paso a paso, de un personaje complejo y contradictorio. Creo que su trabajo expresivo establece un hito en la escena venezolana. Esta entrega de Sciamanna no se limitó al campo interpretativo pues también participó como coguionista, al lado de Armando Coll y el propio Rísquez y como autor de la letra de una de las canciones de la banda sonora. A su lado, Sheila Monterola, desconocida para muchos, descuella con valor propio como Juanita de los Ríos, la mujer fascinada por un hombre genial. Ella es la contraparte del actor y la marca del equilibrio dentro de la historia.

La importancia que adquieren Reverón y Juanita minimiza la participación de los personajes secundarios, a pesar de contar con muy buenos actores. Boulton y Gervasi, por ejemplo, no pasan de ser meras presencias alrededor del pintor, su nexo con la academia, así como otros protagonistas menores ofrecen un aporte, pero ninguno tiene desarrollo. En la realidad, Boulton fue el primer gran crítico que estudió al pintor en los años treinta, mostró su obra en el Ateneo de Caracas y organizó una exposición itinerante en Estados Unidos en 1955. De pronto este personaje desaparece, en especial cuando Reverón es conducido al hospital psiquiátrico. Qué pasó con Juanita constituye una pregunta sin respuesta. Este desequilibrio se siente como una debilidad dramatúrgica.

En cambio, el excelente trabajo visual de Cezary Jaworski logra expresar la luminosidad de la pintura de Reverón, con una fotografía que comienza con la muy colorida escena de los tambores y se desplaza con el proceso de descomposición cromática a partir de la inclemencia del sol del trópico. A este trabajo de imagen se suma la dirección de arte de Rísquez, quien reprodujo con vigor y verosimilitud los espacios internos y externos, la mesa de los encuentros, la habitación donde yacen juntos el pintor y la muchacha, las muñecas Niza y Serafina y todos los objetos del Castillete de Macuto, que como se sabe fue arrasado por la vaguada que destruyó el Litoral central en diciembre de 1999. En la banda sonora destacan el diseño de sonido de Jesús Guevara, complementado con la grabación de Mario Nazoa, y la música original de Alejandro Blanco Uribe, sugerente, expresiva, armoniosa.

Reverón es el film más complejo y maduro de Rísquez, suerte de compendio de sus inquietudes tanto en la plástica como en el cine. Es una obra ambiciosa y hermosa que impacta por la fuerza de su personaje y por el minucioso trabajo de una producción sustentada en la comprensión global y en el trabajo de detalle, a cargo de Antonio Llerandi. Es lo mejor que el cine venezolano nos ha regalado este año.

REVERÓN, Venezuela, 2011. Dirección: Diego Rísquez. Guión: Armando Coll, Luigi Sciamanna y Rísquez. Producción: Antonio Llerandi. Fotografía: Cezary Jaworski. Montaje: Leonardo Henríquez. Diseño de sonido: Jesús Guevara. Sonido de campo: Mario Nazoa. Música: Alejandro Blanco Uribe. Dirección de arte: Diego Rísquez. Elenco: Luigi Sciamanna, Sheila Monterola, Luis Fernández, Antonio Delli, Héctor Manrique, Prakriti Maduro, Adrián Delgado, Diana Volpe, Francis Rueda, Jorge Pizzani, entre otros. Distribución: Cinematográfica Blancica.

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